Pasante de moda es una película americana protagonizada por Anne Hathaway y Robert De Niro. En este filme encontramos una interesante relación laboral e interpersonal de la que se puede aprender mucho y llevar a la práctica.
Hathaway interpreta a Jules, la CEO de la empresa que promociona y vende ropa diseñada a la medida del cliente por internet. Crea un programa de inclusión contratando a personas de la tercera edad. Por su parte, De Niro interpreta a Ben un hombre adulto, septuagenario, viudo, jubilado que vive solo y para salir del aburrimiento aplica a pasante de la empresa de moda.
La película muestra este innovador modelo de pasantes: Personas de edad mayor, con amplia experiencia en el mercado laboral y que le puedan aportar conocimientos empresariales. Totalmente opuesto a los estándares empresariales que buscan dentro del perfil del pasante, personas en un determinado rango de edad, preferiblemente recién egresadas de las universidades, con poca experiencia y que estas vayan adaptando su perfil profesional al formato de organización.
El filme muestra a Ben, quien tiene un amplio conocimiento y experiencia en el mundo de los negocios, cuyo enfoque es más conservador respecto al movimiento empresarial moderno que va mucho más rápido y con grandes avances tecnológicos. Estas diferencias permiten que exista esa simbiosis entre la experiencia y el modernismo del que surge ese mutuo aprendizaje.
Esta película muestra los retos que afrontan las empresas frente a los cambios de mercado, la competencia, la demanda, el proceso de toma de decisiones, la marca y los clientes. Como la empresa maneja los factores del entorno externo e interno y sus consecuencias.
Refleja la importancia de tener un grupo laboral calificado, con experiencia y capaces de enfrentarse a las innovaciones sociales que se transforman tan aceleradamente. Enseña la lo importante del trabajo en equipo, la delegación de funciones para evitar exceso de labores. Fomenta la credibilidad en el personal y su importancia, valora a las personas de edad avanzada por su experiencia tanto como a los de generaciones más jóvenes por sus conocimientos tecnológicos del mundo moderno.
Concluyendo, en la vida real como en la ficción, podemos encontrar personas que les guste trabajar y además le puedan aportar ese plus de experiencia. No está de más aprender de la experiencia de generaciones anteriores. Actualmente, vivimos a un ritmo tan acelerado que el día queda corto para alcanza el cumplimiento de los objetivos. Se necesita sabiduría para tener un equilibrio entre la vida personal y profesional. Para lograrlo, es importante el trabajo en equipo, la planeación, organización y el compromiso para que fluya.
El mayor obstáculo del emprendimiento es el miedo. Trabajar con entusiasmo y confianza demostrando el talento y capacidad a cada integrante del equipo. Formar parte de un grupo de personas altamente calificado, afrontar los cambios, y sobre todo luchar por los sueños y no dudar de la capacidad de cada quien.