Tras una larga temporada trabajando a distancia, los empresarios quieren que sus trabajadores se incorporen a sus puestos de trabajo, como era la manera habitual. Situación que se está tornando difícil ya que los trabajadores son productivos cumplen con sus tareas y objetivos de forma remota igual que si estuvieran cumpliendo horario en la oficina.
El regreso a la oficina ha generado fuertes cambios en muchos trabajadores y posiblemente esta, sea una de las principales razones de la Gran Renuncia. Muchos empleos están quedando vacantes debido a renuncia masiva de los trabajadores que han sido obligados a volver a la oficina principalmente aquellos que se acostumbraron al trabajo a distancia.
En la medida que los empleados se vayan incorporando a la oficina, volverán a la rutina de compartir espacios, ruidos constantes, personas en movimiento e interactuar con sus antiguos compañeros de trabajo, no de forma remota sino físicamente. Todo esto equivale a una distracción constante a lo que se le hace muy difícil concentrarse y le llevara más tiempo al empleado concluir con el trabajo.
Afrontar positivamente estos restos, llevará algo de tiempo. No es sencillo retomar las normas, horarias, código de vestimenta, etc., de la organización cuando se ha trabajado a distancia por dos años. En este sentido, para contribuir con el empleado en su proceso de adaptación, la empresa debe informar por escrito lo que se espera de ellos respecto a: días en la oficina, reuniones y códigos de vestimenta. Al igual que la vuelta a la oficina, los viajes de negocios también están de regreso. El proceso de toma de decisiones dependerá exclusivamente de la cultura corporativa, pero cabe señalar que mientras más explícita sea la información el nivel de estrés será mucho menor al tener claras las expectativas, independientemente de si a los empleados les gustan o están de acuerdo con las decisiones que se toman.
Los trabajadores necesitan crearse rutinas amigables que le permitan adaptarse cómodamente a su nueva realidad. Levantarse a la misma hora diariamente, bien sea si trabaja de forma remota o en la oficina. Es una rutina que además de ser saludable para el organismo también genera salud mental. Dedicarle tiempo al ejercicio físico es una muy buena alternativa de adaptación. Debe incluirse como rutina diaria
Asimismo, y no menos importante, los trabajadores necesitan presupuestos acordes con su nueva realidad económica. Esto además de ser una estrategia motivadora ayudará a bajar el estrés del golpe financiero genera volver a la oficina.
El trabajo híbrido es una realidad que seguirá presente en la medida que los empresarios y trabajadores descubran como les funciona mejor. Por tal motivo, seguirá existiendo tensión y presión en la medida que las personas se adapten a las expectativas cambiantes. Anticiparse y prepararse para estos factores estresantes hará que la transición sea menos desafiante.