El ausentismo y el presentismo es una problemática que está atravesando actualmente cualquier organización, bien sea porque los trabajadores que no van a sus puestos de trabajo y le dejan la carga a los que sí, o bien cuando asisten no están totalmente enfocados en sus tareas llevándolos a cometer errores e incluso a no concluir con las tareas demandadas. Como sea, las dos situaciones afectan importantemente en la productividad de la organización.
Concretando, cualquiera de los dos casos, les hacen mucho daño a las organizaciones porque esta situación afecta directamente los ingresos económicos, por una mala producción general. Estadísticamente, no se tienen resultados concretos de investigaciones a gran escala, de cuanto ha sido el costo financiero del presentismo en los dos últimos años, por lo que el cálculo al día de hoy es difícil de estimar.
Son muchos los empleados que no van a sus puestos de trabajo incontable número de veces en un mes por citas médicas, por enfermedad o por agotamiento. Pero, por otro lado, está presentismo, como se señaló anteriormente, ese grupo de personas que “trabaja de más” , sin concentración y de manera ineficiente. Entonces ¿cómo se puede mantener un equilibrio entre estos dos casos?
Cómo reducir el ausentismo y el presentismo laboral
El ausentismo es más fácil de calcular por el reporte de asistencia en el trabajo que el presentimos. El presentismo, aunque no se puede cuantificar fácilmente, hay ciertas actitudes y comportamiento de los trabajadores, se pueden visualizar las causas de estos como: cansancio, mucha presión por estrés, ansiedad, rotación de personal excesiva, mala actitud con los demás colaboradores, exceso de cafeína
Para poder disminuir el ausentismo y presentismo, efectivamente es necesario aumentarle la moral, el compromiso, mejorar su productividad, y fomentar la fidelización con su trabajo y la empresa.
Entonces, para poder evitar las faltas al trabajo por excusas injustificadas, se deben crear estrategias anticipadas brindando apoyo a los empleados, creando espacios seguros donde puedan manifestar lo que les motiva y lo que no de sus tareas laborales.
Fomentar la actividad física dentro de la empresa. Es decir, generar planes de desconexión laboral incluyendo rutinas de ejercicios, estiramientos y respiración. Así evita la fatiga extrema, baja los niveles de presión por ansiedad o estrés, se siente más animado y con eso, ya puede volver a sus tareas con mayores niveles de energía.
Tener dentro de las empresas programas de salud, donde los empleados sean evaluados periódicamente con el propósito de detectar enfermedades comunes: diabetes, cáncer o presión arterial. De esta manera se lleva control de las condiciones de los colaboradores, se adaptan sus tareas a sus condiciones y tratamientos mejorando o al menos haciendo cuantificable y manejable los niveles de ausentismo. El nivel de compromiso de los empleados que reciben apoyo por enfermedades aumentará radicalmente y por consecuencia sus niveles de productividad mejorarán sustancialmente.
La salud y bienestar de los trabajadores siempre ha tenido impacto en el compromiso, productividad y el éxito general de las empresas. A consecuencia del Covid-19, este tema ha tomado más importancia que en épocas anteriores.
El ausentismo y el presentismo tienen relación directa con el bienestar general y la felicidad. Cuando un empleado se siente “bien”, hace que en su entorno se sienta pleno y agradable mejorando el ambiente laboral de todo el equipo, siendo un factor fundamental para el balance óptimo de todo el capital humano que conforma la empresa.